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BIENVENIDOS!

UN ESPEJO DE SEDUCCIONES PARA EL ALMA Y POR EL ALMA!



domingo, 30 de noviembre de 2008

Graznido del viento

A la selvática palidez de abril le reclamé tu ausencia.
Entre frescos bosques, la lluvia y el encino
palpitaban entre las costillas hechas de olvidos.

Prematuro el callado nervio colapsó derrotas
gobernó esquelas y rosarios de quimeras
sin que nadie presenciara tu partida.

Esencia rota habita las calles pobladas de miserias
por donde desfilan somnolientos pecados ajenos
sin penitencias ni sentencias que les asistan
cuando vierten los inviernos las penas níveas del alma.

En lo alto se tienden cintas de zafiros
como empedrados en la calzada del universo
cual senderos por donde desfilan los recuerdos
verbos azules cual libélulas danzantes
y ausencias que se bañan con lágrimas de cielo.

Notas de violín, graznido del viento,
manojos de azucenas en verbos desnudos.
Florecen mis manos la hierba fresca
ramos de ósculos colgados del silencio
hielo sobre el piso coagulada esperanza
hechizando las pupilas del tiempo…

…donde extraviado levita mi beso entre sus labios.



Ligia Calderón Romero
© Derechos Reservados
19 de octubre, 2008

sábado, 29 de noviembre de 2008

Atisbos

En cada crepúsculo te espero
al murmullo de tus pisadas
redoblando ecos en mis espejos.
Tu cercanía y ese beso tibio sin reproches,
sin barreras
más que la distancia que nos separa.

Hundes atisbos en mi agónico silencio
que sabe a menta
y huele a durazno de feria sin mercar,
conozco ese brillo en tu mirada,
tu respiración
y el vaho de tu aliento cuando empaña
los cristales que se quiebran
con el eco
de las huellas del hombre de las nieves
que entre las praderas y montañas
se hace fuego abrasador.

También te espero al despuntar del alba
con tu aliento trasnochado
el cabello revuelto
y aquella embriaguez desnuda
posada entre tus caderas de cabaret
locura en desmedidas resonancias
tatuada
entre los lienzos donde se dibujan las siluetas
cada aurora
cada despertar del gallo que nos anuncia la diana
al chisporroteo del alba.

Ligia Calderón Romero
© Derechos Reservados
24-11-7

Lágrimas de poeta


Detrás de un poema se viste el lirio
del azul del cielo y el blanco del alba
donde deja la madrugada sus gotas de rocío
y se tiñe la mañana en verde melancolía.

Detrás de un poema acaricia el sol
las alas de tergal de la frágil mariposa,
florecen rosas, amapolas y cerezos
y toca la lluvia los rotos cristales.

Detrás de un poema se mira la luna,
se hace verso el abecedario,

desnuda alondras la voz del poeta
y teje vuelos el crepúsculo de argento.

Detrás de un poema cada pensamiento
se hace fuego aún entre témpanos
y colorea el ocaso sus mejores lienzos.

Detrás de un poema un hombre llora
de tristezas pero también de contento....

Detrás de un poema te siento despacio
ciñendo tu vaho en mi cuello.

Ligia Calderón Romero
© Derechos Reservados

29 de noviembre, 2008

lunes, 17 de noviembre de 2008

Mi peor enemiga



Mi juventud transcurre
dentro de los parámetros normales
mi casa, el gallo, la gallina

la fuente y el perro azabache;
olvidaba la báscula

con sus cuatro verdades.

Mi estatura un metro setenta,
mi peso exacto

ciento dieciocho libras.

Diariamente visito

la señora romana

ella, un tanto informal

siempre replica: ¡Flaca…!

Mi peso no logro subir,
en tanto visito a mi suegra

apenas la conoceré.
de vuelta en mi casa con mi bello galán

me mira pensativo

y empieza su relato:


La muchacha muy linda

me dice mi mamá

pero, Ay mi hijito!

que los huesitos se le ven.


Recurro entonces

a la farmacia del lugar
un reconstituyente has de beber

al terminar la dosis

esperas tres meses exactos

y los resultados verás.

Transcurre el tiempo

y todo sigue igual
entonces desespero,

no debo claudicar.


Regreso a la farmacia dos dosis más
al pie de la letra, mi Dios

las fui a tomar.


Siete meses después
en mi casa todo anormal
una cerdita

pues al fundo sumé.


¡Reclamo mi peso ideal!
Subo a la roma
y ella con voz descomunal
Grita sincera
¡Gordaa!
¡Gordaaaa!
¡Gordaaaaaaaaaaa!!

El eco zumba en el desván
entonces desespero, corro,
mi novio me abandona

con algunos kilos demás

Hoy lucho

por recuperar mi peso ideal.


Ligia Calderón Romero
© Derechos Reservados
20 de Mayo, 1999

Palabras hechas de miradas


Detrás de los barrotes su infancia reclama
dentro de cinco años cumplirá sus ocho,
escasos de inocencia con muñecas aún jugaba
mientras a fuerza en mujer la transformaban.

Inefable condena. Su cuerpo de niña
bordado en caricias profanas,
en su mente sembraban la malicia temprana.

Ya conoce el amargo sabor de las rejas.
La libertad condicionada, el violador,
juez sin vergüenza, su carcelero,
dictaba sentencia.

Al son de su danza la niña danzaba
atrapada entre sus garras. ¡Violada!

El eco de su sonrisa suspendido en el tiempo,
inventaba palabras hechas de miradas
desbordadas en llanto auxilio suplicaban
sin que nadie su grito silencioso escuchara.

Guardaba silencio, llenaba sus labios
de palabras que amordazaba.
Sus gestos corporales lenguaje de niña lacerada.
Atención nadie prestaba, si recriminaban.

No supo nadie de su amarga condena.
Detrás de los barrotes hechos de amenazas
su inocencia quedaba sepultada.
Su último grito quedó en el silencio,
su amargo sabor en el paladar del tiempo
y una denuncia atrapada en mis versos.


Ligia Calderón Romero
© DERECHOS RESERVADOS
28 de julio, 2008

Que no me llamen Madre


¿Pero, qué clase de madre soy
que tira a mi niña a la prostitución
en brazos del canalla que vive conmigo?

¿Dónde está entonces mi corazón materno?
¿Acaso me lame la sonrisa de la inconciencia
o es que vivo perdida entre lo mundano
al punto de no importarme la fragilidad
y el dolor de mis retoños?

¿Acaso no me repartieron un trozo de cordura
con mesurado uso de raciocinios y vehemencias
para defender el honor de mi criatura indefensa?

Ah! No, creo mejor sus bestiales justificaciones
lacerantes actos sucios e impunes,
palabras de veneno que matan poco a poco sin remedio.

No escucho el grito de sus llagas de dolor
estampadas en sus tiernas pieles ajadas
por la insolente y descomunal sinvergüenzada
de aquel que engaña con manipulación y labia
bajo una farsa de caricias sucias y pestilentes.

¿Qué sabe una inerme criatura de ocho años
sobre lo que es el abusador y el deshonesto
que se cobija bajo las mismas sábanas
de aquélla a quien le prodiga la palabra madre?

¡Madre! reclamo sobre el uso de esta palabra santa
que vierte amor y derrocha borbotones de ternura.
¡Madre! La que cuida como fierecilla sus criaturas
esa que no escatima dulzura para ofrendarles.
¡Madre! esa no soy yo.

Soy esa que permitió en su mismo lecho
por once años lacerarle los derechos
y violar frente a mis ojos y adormecida conciencia
la virginal pureza de una niña indefensa.

¡Renuncio por ello a ser madre!
Entonces… ¡Que no me llamen madre!


Ligia Calderón Romero
© DERECHOS RESERVADOS
2 de agosto, 2008

Haiku I (guerra)


Desolación
sobre cristales rotos
firma la guerra


Ligia Calderón Romero
© DERECHOS RESERVADOS
11 de agosto, 2008

Haiku II (guerra)



Ríos de sangre
enlutan las naciones
¡maldita guerra!



Ligia Calderón Romero
© DERECHOS RESERVADOS
11 de agosto, 2008

domingo, 16 de noviembre de 2008

Ónices de fuego


Azabache de largas guedejas
matizas el cristal del universo
con tus ónices de fuego,

silencio aturdidor de cuerdas rotas
grita el arpa de la ausencia,

se rompen los tímpanos de la espera
al grito de la hoguera del segundo
que eterniza la mirada alba
del amor que abrió sus alas,

silencio aturdidor de cuerdas rotas
grita el arpa de la ausencia.

Tu voz se perdió en la bruma,
y tu nombre se borró al despuntar el alba.

Ligia Calderón Romero
© DERECHOS RESERVADOS
22 de setiembre, 2008

jueves, 31 de julio de 2008

Lágrimas de estiércol

Su nombre es vuelo pretérito.
El recuerdo de su mirada canta primaveras,
su magia se enreda entre mis cristales
y pinta el verano al pie de mi ventana.

Traviesas las palomas de sus manos
deshojaron mis otoños con sus dedos,
plantó y cortó flores en el desierto
e incendió témpanos de hielo.

Ardieron sus arenas en el fango del delirio
en sus noches dementes inmoló mis ansias,
cortaba soles en primavera como en invierno
me amaba entonces, sí, entonces me amaba.

Su estrella rogaba por una sola de mis caricias,
moría entonces por una de la suyas
y entonces moría por un trozo de mi universo.

Lo recuerdo, vino del cielo, lo trajo la brisa de invierno.
En sus alas violáceas trajo lo desconocido:
exquisitos bembos de lavas ardientes…

Enredó sus ósculos entre mis labios, me amó entonces.
Pero se fue con el verano, calzó en otros pies sus zapatillas,
mis horas las colgó del péndulo, el reloj se llevó a otra parte.

Abrió sus alas, se llevó mis mejores sueños,
ató sus zapatillas al silencio, se llevó las mías
y quedé descalza de ilusiones.

Quedé con el eco de sus inviernos
anudado en la garganta de los deseos
y una mirada perdida en el horizonte
con un firmamento de lágrimas de estiércol.


Ligia Calderón Romero

© DERECHOS RESERVADOS
28 de junio, 2008


(MP, P.PURA)

Crepuscular

Pretérita la noche, cual diamante
cuelga la luna con su luz temprana
celosa estrella asoma a mi ventana
y parece el conjunto un fiel amante

Crepuscular sonata alucinante
ese mágico instante de la Diana
cuando renace el sol por la mañana
en seductor paisaje deslumbrante.

Luce el amanecer tan bella gema
en pinceladas rosa y escarlata,
parece la alborada un gran poema

fundamental en una serenata.
Semeja el horizonte cual diadema
hecha con cuentas de marfil y plata.


Ligia Calderón Romero
© DERECHOS RESERVADOS
10 de junio, 2008

domingo, 15 de junio de 2008

PAPA

(Dedicado a mi padre a quien amo con todo mi corazón)

Hombre de mediana estatura,
de piel surcada por los años,
las blancas y enormes nevadas
tus sienes plateanon no en vano.

Visten tus ojos el verde del campo,
regalan tus labios la palabra sabia
y lucen una sonrisa temprana.

De sol a sol labraste la tierra,
trabajaste en doble faena,
amasaste entre barro y agua
el pan del sustento diario.

Pensando en tus lindos retoños
peldaño a peldaño escalaste,
luchaste por un futuro mejor,
tu esfuerzo el tiempo premió.

Sin más estudio que media primaria
con tu voraz y natural inteligencia
llegaste a ser empírico administrador.

Mi hombre de mediana estatura
vales lo que pesas en oro,
ni el más valioso tesoro
ostenta valor igual

Subiste al gran pedestal
orgullo de todos tus hijos,
tu nombre no figura en Libro Guinness
figura en el libro de mi corazón

Ligia Calderón Romero
© DERECHOS RESERVADOS
15 de junio, 2008

domingo, 8 de junio de 2008

Tatuada en tu piel

Escribiré entre tus pieles
con la pluma de mis deseos
y te haré verso infinito
entre mis luminosos andenes.

En mis delirios, eterna memoria
me haré entre tus brazos,
me tatuaré en las estelas
de tus fervientes antojos
y dejaré mis esencias
colgadas de tus abrojos.

Amarte en esta noche
será primavera
de pieles desnudas,
de besos vehementes
y suspiros robados
al crepúsculo
de tus delirantes ojos,
sumidos en mis ilusiones,
atados a furtivas pasiones
y a nuestros fríos ardientes.

Ligia calderón Romero
© DERECHOS RESERVADOS
5 de junio 2008

miércoles, 30 de abril de 2008

Divina Gema

Divina gema que el cielo resguarda,
eres mi más preciado tesoro,
veta de amor inagotable
¿no sabes cuánto te adoro?

Rosa de mi jardín florido
mi hermosa princesa real,
sol de mis noches oscuras
por eso te llamo MADRE ideal.

Son tus sedosas manos,
libres palomas en vuelo
que esparcen sobre tus hijos
con la flor del olivo y la palma,
esperanza en celestiales cantos,
bendiciones que brotan del alma.

Hada de ternuras y rebosante candor
semejas un astro acabado de nacer,
gobiernas los designios de la paz y el amor
eres una estrella del jardín de Dios.

Rebosante manantial de cariño
con mis rimas y versos, tus manos adornaré
tus sienes con bella tiara de besos
y un collar de hermosas rosas a tu cuello colgaré.

Te proclaman reina en agosto,
soberana de todos los meses del año.
Ramillete de versos y sonrisas de amor,
mi diosa de lunas sonrientes
Luz Marina, llevas por nombre

Madre de mi corazón.

Ligia Calderón Romero
© DERECHOS RESERVADOS
29 de abril, 2008

martes, 29 de abril de 2008

Alas de tergal

Hombrecitos y mujercitas en miniatura
madrigales escritos a cualquier hora
que dibujan y vuelan los sueños
atados a un barrilete en mágica aventura.

Inmensa sonrisa le pintan al vuelo
y una mirada traviesa de hermosa fortuna
con sus ojitos dormilones cual medias lunas de abril.

Excepcionales tréboles de cinco pétalos
sus manitas, dos capullos a punto de abrir,
acuñando esperanzas y alegrías,
haciendo malabares de ternuras sin igual.

Sedosa cabellera de la noche,
rubia cual los rayos del sol, pintada de auroras
o castaño de la tarde, da igual.

Muñequitas en danzas celestiales
con sus faldas de fino organdí
y zapatillas de verbenas y arco iris
hacen su debut para ti.

Caritas matizadas de amapola y chocolate
volando cual mariposa con sus alas de tergal
correteando la luna, el viento y las estrellas
en el sacro universo de cristal.


Ligia Calderón Romero
©Derechos Reservados
29 de abril, 2008

sábado, 26 de abril de 2008

Sueños

Galopan las estrellas sus destellos
en tus ojos floridos de invierno.
Bellos astros de radiante lumbre
que delinean mi silueta entre las nubes,
de sus pensamientos peregrinos,
sin lienzos, anilinas ni pinceles.

Magnolias son tus manos en el tiempo,
tus labios avellanas, dulces cual la caña
que asoma presuroso verolís por la ventana
y se mece entre la brisa de tu alma.

Yo desarmo tus caricias mañaneras
con el bálsamo del verso que me robas
cuando abres las persianas de tus ojos
y elevas tus suspiros hasta el cielo.

Divagan emociones suspendidas:
en el eco de la aurora con sus rosas
y su rocío como lágrimas de diosas
que adornan el olimpo lujurioso
y en los hilos del sol que a todas horas
se columpia silencioso entre las flores
del pródigo jardín de tus amores.

Ligia Calderón Romero
© DERECHOS RESERVADOS
24 de abril, 2008

verolís.
1. m. C. Rica. Flor de la caña de azúcar.

Real Academia Española © Todos los derechos reservados

lunes, 14 de abril de 2008

Cataclismo

Un amargo vacío
transita las mañanas sin auroras,
las tardes sin pictóricos ocasos,
las noches sin estrellas
que se duermen sin sueño,


las madrugadas de ausencias
pintadas en la almohada,
tapizadas sobre la alfombra
de veraniega mirada.

Una mágica sonrisa
y dulces recuerdos decoran:
un lecho de rosas
y sábanas blancas
donde danzaban los dioses
junto a las náyades,
diamantes en bruto
en sus ríos de encanto,
que fundían los suspiros
en un beso infinito.


Se encienden los luceros
en todo el firmamento
que hoy se reduce
a un manojo de espinas,
la cama vacía
y una sombra
levitando entre los insomnios,
solemne arco iris de tristezas,

atado a los recuerdos
de primaveras encendidas
con luciérnagas celosas,
avizorando tus pasos
y mi hierática presencia.

Ligia Calderón Romero
©Drechos Reservados
07 de abril. 2008

Desnuda

Justo ayer me quité los harapos
que sofocaban el alma.
Rompí ataduras y cadenas
que me embalsamaban,
sobre el mármol de la vida

aposté las penas.
Justo ayer bebí el sorbo de la razón
y su buen sentido cobró cordura.

Justo ayer demolí los vicios
de la inconciencia, las ataduras
sin sentencias, las vísperas
sin mañana, sus aromas
y sus llantos, con sus brisas
y sus tristes cantos.
Justo ayer me vestí de olvido,
mi color preferido.

Justo ayer desperté del sueño a la vida.
Dibujé la aurora con sus grandes ojos.
Divisé una estrella que nunca había visto
Bosquejé la mejor sonrisa.
Dejé de soñar contigo.

Por primera vez en mucho tiempo,
escuché la música
y doblé recuerdos que guardé
donde no puedan lastimarme.
Justo ayer dejé de transitar
veredas y senderos
que transité contigo.

Justo ayer cambié la ruta
que me hacía daño.
Justo ayer olvidé tu nombre.

Ligia Calderón Romero
© DERECHOS RESERVADOS
12 de abril, 2008

martes, 8 de abril de 2008

Alucinación

La puerta entreabierta!
El alféizar atrapa su silueta,
con su mirada de malicia
atada a una sonrisa de blanco marfil.

Pregonero! Pintado de alba
y ensoñación, entre las sombras
como acuarela delinea la silueta
que yace sobre el tálamo,
inmóvil!
junto a los libros que callan.

Atrapada entre los suaves lienzos
vehementes sentidos,
a medio tono musita su nombre,
casi en secreto
como si fuese prohibido pronunciarlo al grito,
como si tuviese miedo
que el viento que sopla lo lleve a otra parte.

Ven! Con voz lívida alcanza a decir
en un éxtasis que acelera la respiración
y agita los mares,
doblegando hasta el alma.

En ese mismo instante, el fuego ardió,
en la distancia
dos miradas férvidas
chamuscaban sus pestañas
y en esa misma distancia invade mis sueños
y yo deletreo su nombre.


Ligia Calderón Romero
© DERECHOS RESERVADOS
31 de marzo, 2008

jueves, 3 de abril de 2008

Libertad!



Mi eterna compañera,
amiga insaciable,
inseparable de la brisa,
la noche, el sol,
la luna
y el viento.

Acaricias los umbrales

hilvanando los sueños,
semejas una estrella
colgada del firmamento.

Dilatas mis pupilas,
abordas incansables:
riachuelos y manantiales
que corren presurosos
deslizándose por valles,
bosques y montañas.

Primavera angelical.
Amante soberbia
de mariposas y aves
que abren sus alas al vuelo.

Sin jaulas sin cadenas,
sin más ataduras
que la misma libertad
que trajo consigo.


Y es que la libertad nació
junto a las mariposas y aves
y las aves nacieron
para surcar los cielos,
no para ser enclaustradas
en pequeñas jaulas de oro.

Sus cánticos y vuelos
tiñen de gozo el universo.
Sus colores llamativos
decoran los campos bellos.

Dibujan sus siluetas
bordadas de anilinas,
ambiciosas mariposas
allá en el horizonte,
donde el rosa se baña
junto al sol

que danza en oriente.

Despunta el atardecer,

sus visos de oro
y abre sus ojos

de verbenas y amatista,
con su larga cabellera

color del arco iris,
roza las arenas

y la mar resplandeciente;
en ondas luminosas

gamas de colores
hace sus piruetas

también sus malabares
se cuela en el crepúsculo
libre la tarde.


13 de marzo, 2008

domingo, 23 de marzo de 2008

Atardecer

Abre la tarde el broche de su falda,
delgadas sedas cuelgan de su talle
cual matizadas flores en el valle
y un girasol lucífero a su espalda.

Luce pupilas de color violeta,

su cabellera de amapola y grana,
arden las nubes cual hermosa liana
contonean las aves su silueta.

Esplendoroso el velo atardecido,
deshojando sus pétalos de rosa,
del olimpo artimaña de una diosa,
crepuscular sonata en estallido.

La tarde que armoniza su cortejo
despunta sus zafiros nacarados,
cuelgan como quinqués iluminados,
en la penumbra su voraz reflejo.

Cierra la tarde puertas y ventanas,
brillan los astros luz angelical
abre la noche bello manantial
magia, fulgor, crepúsculos y dianas.

Ligia Calderón Romero
© DERECHOS RESERVADOS
22 de marzo, 2008

jueves, 20 de marzo de 2008

Huída

Huye el amor de mi casa:
Porque tengo las manos frías,
sobre el piso mis pies descalzos,
y en los hombros mochila de poesías.

Porque eclipsan mi vida dos astros
relucientes esmeraldas de fuego
que abrigan el amor ajeno

en todos sus versos.

Porque secuestró el tiempo
mi más preciado tesoro,
duerme mi corazón su tierna infancia
y lloro la dicha que tanto anhelo.

Porque el viento vuela sin alas
y toca las viejas ventanas
que brotan en lluvia temprana.

Porque no puedo cortar una estrella
que encienda fuego en los témpanos
del jardín de los sueños nevados.

Porque apaga quimeras
la tenue brisa del alba
y he visto temprano un lucero
brillar en el huerto florido.

Porque tan pronto ha llegado
se ha ido

porque ya no son míos sus besos
ni soy dueña de sus desvelos.

¿Será tan breve el amor?


Ligia Calderón Romero
© DERECHOS RESERVADOS
20 de marzo, 2008

martes, 18 de marzo de 2008

Los colores del amor

Viste el amor
su tono de invierno
también primavera
verano y otoño.

Resplandor y color
de frágil violeta,

naranja, o cereza,
blanco azucena.

Carmín de la rosa
matiz otoñal,

púrpura y marfil,
reina de la noche.


A veces berrinches,
a veces reproches,
se tiñe de sol,
a veces de la noche.

Arropa y desnuda,
los sueños que hurta,
también los regala
en hábil derroche.

Vviste su aurora,
el cuarzo y el roble
que pinta la tarde
y el bello horizonte.

Diamante tan puro,
conquista con alarde.





Ligia Calderón Romero
© DERECHOS RESERVADOS

18 de marzo, 2008




Reminiscencias



Se columpia la mirada núbil
como grandes cataratas,
jugando entre los montes
cuales gotas de rocío
que acicalan lujuriosas
el terciopelo de las rosas.

Bellas musas extraviadas
en las fuentes donde habitan,
náyades dibujadas
en tonos escarlata.

Miradas brujas, hechiceras,
color de la esmeralda;
arco iris que fabrica el sol
con exquisitas uvas
y estrellas silvestres
robadas de la esperanza.

Rememoro tus pupilas,
como soles colgados
en el báratro nostálgico
de coliseos olvidados.

Ligia Calderón Romero
18 de marzo, 2008



miércoles, 27 de febrero de 2008

Rosa de los vientos


Viste la aurora su traje de invierno
y el diáfano perfume la rosa de los vientos.
Del atardecer, notas coloridas,
gorjea el jilguero.

Cierra la noche sus grandes persianas,
duermen sus versos sin sueño.

La avaricia se viste de gala
como flor en jardín de ensueño.

El manantial vestido de lluvia,
roba cristales de un jardín muy pequeño.
La luna arropada con traje de olvido,
al sol, recuesta sus coplas,
en un macizo roble sin dueño.

Ligia Calderón romero
27 de febrero, 2008

Afonías

Tañen los recuerdos.
El otoño deshoja sus versos,
desafina el nervio las notas del jilguero .
Se mece la brisa jugando al cartero.

Entrega inmediata,

cencio, desgarra la luna de plata
fumarola en la esquina,
saborea el destino
la lluvia escarlata.

Sostiene en la mano la flor de ágata
sacada del pecho, cual Dios de mutismo
despierta el silencio que estaba dormido,
derrite la nieve su capa de asfalto

también las entrañas su toga de hastío.

Ligia Calderón Romero
27 de febreo, 2008

martes, 26 de febrero de 2008

Lágrimas de cristal

Ah! Duele el amor?
Claro que duele,
insensata, engreída,

ingenua criatura,
qué sería de la rosa sin sus espinas?

Su bello color, textura y perfume
revisten belleza,
realzan grandeza
pureza y encanto.

Ah! y las espinas?
Has visto el rocío, lágrimas del llanto?
desatan la lluvia, lastiman tanto.

Desangran tus manos,
rompen hechizos,
agrietan corazas,
vomitan sus versos.

El pergamino!
lo tiñen de sangre.

Ligia Calderón Romero
26 de febreo, 2008

sábado, 23 de febrero de 2008

Estertor del destino

Bisturí en mano,
conciencia maniatada.
¿Soledad qué miras?
¿Te vistes con las penas ajenas?

Resultado!
Carcinoma basocelular de gran renombre.
Tiembla el nervio,
traje verde,
zapatillas a la rodilla,
fría sala,
llora la jeringa
y el músculo gime
sus notas sin acordes.


Despierta la malicia.
Incertidumbre!
amargos cristales
resbalan por las mejillas.

Amenaza el bisturí.
Acto seguido
cumple su amenaza,
el tibio vino añil
derrama por la mejilla,
aguja e hilo en mano
listo, éxito total
puede ir a casa.


Ligia Calderón Romero
23 de febrero,2008

HOY

Hoy, lejano, ausente!
como mármol en vuelo
herida blanca, hiedra resonante,
mustia seña del destino.

Estallido! humea la lluvia
sus notas con Dios,
salpican las mejillas,
deforme la mirada
deshiela nubes de gris plomizo,
cristales endurecidos
se cuelan por las ventanas.

Tormenta! mal de olvidos
voz que desgarró el viento.
Borrasca! perdido el aliento,
borraba de sus sienes
las estrellas de su firmamento.


Robó del tiempo
su página en blanco.
Cerró el libro que estaba abierto.


Ligia Calderón Romero
26 de enero, 2008

sábado, 9 de febrero de 2008

Una estrella para mi universo

Oh Dios!
¿Cuánto duele una palabra muda?
¿Y cuánto un universo muerto?

Del silencio el temblor
ensordece y mutila los sentidos.
La bruma añil burlona
abre las corolas sin hacer ruidos.

Ausentes, tras la claraboya ciega
duermen a solas dos colinas,
amordazan los suspiros,
semejan rosas muertas,
donde las espinas
cercenan la esperanza.


OH Dios!
¿Cuánto duele una palabra muda?
¿Y cuánto un universo muerto?

No pido un universo lleno de estrellas
sólo pido una estrella para mi universo.
Que vuele conmigo en alas del viento
y atrape en el vuelo: primaveras,

veranos, otoños e inviernos.

Que robe la caricia que puebla los recuerdos,
que haga de mi casa un bello firmamento,
donde brillen sus luceros junto a los míos de contento.
Que escriba sobre mi piel todos sus versos.

Ligia Calderón Romero
24 de enero, 2008

Renovación

Deja caer el ocaso sus últimos versos,
las horas postreras desdoblan recuerdos.
El sereno de la noche enciende los cirios
que cuelgan del cielo al piso.

La penumbra descalza hace danzar las estrellas,
el viento que pasa pone sus acordes,
agrega sus notas el laúd de los cipreses,
también el violín del grillo que canta,
vestido de gala y ojos de nueces.

Tañen campanas que estaban dormidas,
despierta la rosa con traje de olvido,
y sus zapatillas olorosas a invierno.


Cambia la rosa su traje de olvido,
se viste de auroras pintadas de olivo,
también zapatillas del blanco cerezo,
bucles de noche y ojos de cielo,

fragancias de azahares sutil limonero,
sonrisas radiantes y brillo certero.


Roba los sueños, poemas y versos,
cantos de alondra del soberbio vocero,
mocetón de quimeras, manantial en delirio

y abriga en su pecho flamante jilguero.


Ligia Calderón Romero

8 de febrero, 2008




martes, 5 de febrero de 2008

Flamantes Gemas

Tras el cristal sin ventana
la noche que calla
abre sus persianas de nácar.
Divinas gemas,
ellas resguardan.

Alucinante!
Dos esmeraldas
guardan el color
de los campos en invierno,
su brillo y su fulgor
perdura en el tiempo,

reflejan las estrellas
y todo el firmamento,
las arenas del mar,
la brisa, la luna y el viento.

Fantasía!
Miradas radiantes.

Hundidas en la arena,
reposan sus pupilas,

deshojan el otoño
florecen primaveras.

Ligia Calderón Romero
9 de enero, 2008

domingo, 3 de febrero de 2008

Añoranzas

Añoro en la distancia de alboradas,
silencios bellos, extasiados
como el despuntar del alba.

La serenata del grillo,
el corazón enamorado,
la barca de los recuerdos.

El incendio de dos cuerpos,
los pájaros perdidos,
surcando los cielos
con sus trinos y cantos
lanzados al viento.

Reflexiones positivas,
aromas y fragancias
de azucenas y claveles
despertando los sueños.

Ahora solo tengo
un fúnebre silencio,
como campo minado,
de rosas marchitas,
con muchas espinas,
y un día apagado.

Dormidas sus horas
esperando que caiga
el próximo minuto
y que no se detenga

que siga su andar.

Que sople el viento
y lloren los cielos,
y laven las penas
que hielan el alma.
En el verso olvidado

no encuentro la calma.

Ligia Calderón

18 de Enero, 2008

sábado, 19 de enero de 2008

Tristeza

Es una esclava que se siente diosa,
es soberana de mohíno encanto,
es un misterio que te abriga tanto,
es la mísera cárcava ambiciosa.

Es carnaval, herida que te acosa,
es alabastro y ajimez en llanto,
es la nota del búho en triste canto,
es dolor putrefacto de la fosa.

Es confinar la pasión tras un muro,
es verbo que exaspera muy de prisa,
es carcelaria del amor más puro.

Es sahumerio tóxico en la brisa,
es el lamento que se torna oscuro,
es al dolor robarle tu sonrisa.

Ligia Calderón Romero
2 de noviembre, 2007

viernes, 18 de enero de 2008

Silencio

Silencio, hielo que trastoca el alma,
es nieve ardiente, congelada lava,
es pensamiento, sinrazón que clava,
callado grito, desbordante calma.

Es arte en pieza rota donde empalma,
la mísera riqueza, libre esclava,
que anestesiado el seso lo socava,
en la nostalgia de versada palma.

Es palabra aromática doliente,
que trastabilla el alma acelerada
y calcina la magia de la mente.

Es agonía en la razón ansiada,
es verbo afónico, mirada ardiente
que cambia el llanto por sonrisa hastiada.

Ligia Calderón Romero
28 de octubre, 2007

jueves, 17 de enero de 2008

Nana

Dime niña de ojos verdes
y miradas de aceituna,
dime cuándo el hada
te abrazó en la cuna?

Dime niña de manitas tiernas
y cabellos de la luna,
dime cuándo el ogro
se metió en tu cuna?

Dime entonces niña mía
de noches sin fortuna,
dime si el silencio
te robó la luna?

Dime entonces niña
el motivo de tu llanto,
dime entonces si te canto
tu canción de cuna?


Ligia Calderón Romero
Noviembre del 2006

martes, 15 de enero de 2008

Hoguera

іLirio! en frías canteras enciendes vasta hoguera.
un templo en voraz llama, flamea y no se quema,
cual cerillo que incendia las notas de un poema
que abriga en su regazo la esencia verdadera.

En turbulento océano pareces una higuera,
como flores del campo cultivas bella gema,
raptas divina joya brillante crisantema
y al viento le regalas sonrisa zalamera.

Reflejan tus luceros amores sin tardanza
que mecen el eufórico vitral azul que ensalma
la rosa en serenata, desvelo y añoranza,

que recoge las sedas rasgadas de su alma.
Abrigas su inocencia, la llenas de esperanza
con versos y poemas que brotan como palma.

6 de enero, 2007
© Drechos reservados
Ligia Calderón Romero

jueves, 10 de enero de 2008

Sirena Virtual



Como margaritas deshojadas en el tiempo,
entre barahúndas desdoblo letras y poemas,
desnudos en pasión calcinadora,
que, en torrentes a ciegas,
desbordan tus locuras.

Inquietas tus vanidades,
entre fantasías, profanas mis secretos
y enciendes tus delirios,
en banquisa abrasadora del numen que los dioses
por ventura pusieron en tus fauces.

Entre afonías y sombras indago
¿Qué hacer con tanto amor?
que quema hasta el alma de ingenua criatura
y queda en el silencio, dormido entre las noches
largas y vacías en lúgubre habitación.

Inclemente, olvidada en el báratro,
quedo sin rimas, versos ni poesías,
como chamicera con sus crespones
desperdigados en el viento.

Ligia Calderón Romero

24 de noviembre, 2007

Tiempo para compartir

Del cielo pende cual lirio de oro
la estrella que han colgado en los portales,
con aromas de pino excepcionales
se perfuma el ambiente con decoro.

Paz y felicidad, del mundo añoro,
diciembre en fiesta desde sus umbrales,
ángel y querubín en los vitrales,
música celestial, grandioso coro.

Preñando el verso en delicado acento,
lloviznan frases llenas de bondad
que en paso eufórico regala el viento.

Tiempo de reflexión y de humildad,
festejo y gracia, divino momento,
hora de compartir la navidad.

Ligia Calderón Romero
Diciembre del 2008

Salmo

Salmo que en vuelo supremo
anida en los pensamientos,
rezado casi en silencio.
Oración que piden las almas
dibujadas entre pinceladas
y suaves trazos, delineando
cada centímetro del cuerpo.

Impaz de locuras,
lozana pureza,
calma encendida,
razón en esencias
que rebana los sentidos
y consume los anhelos;
mezclando etéreos brebajes
en ósculos pausados
con música celeste
y trinos y cánticos
robados al viento.

Dos cirios encendidos
en agónico sosiego,
de bellos parajes
y aguas tormentosas,
que en dulce torbellino
de revueltos océanos
estallan en olas ciclópeas,
de arenas movedizas
que al contacto con la brisa
y al abrigo de un suspiro,
acompasado su reloj
embeben su delirio.

Por Ligia Calderón Romero
Todos los derechos reservados
5 de octubre, 2007

Amigo del alma

Dedicado a un gran amigo a quien quiero con todo mi corazón
Jamás te olvidaré

Recogeré las penas que cuelgan en mis ojos,
haré una guirnalda de ellas y tus enojos.

Descargaré en el aire la amistad que agoniza
y dejaré que partas con toda tu robliza.

Recordaré los frutos de tu alma enamorada
y rogaré al supremo que a ti llegue tu amada.

Me tragaré este llanto que sabe tan amargo
y agregaré a mi luto el olvido y el letargo

No podré olvidarte aún y cuando tú lo hicieras,
llevo tu magia en mí y tus palabras hechiceras.

Esperaré paciente que puedas perdonarme,
pasare lo que pase no llegues a olvidarme.

Ligia Calderón Romero
16 de noviembre, 2007

En silencio y de puntillas

Para no despertar mi corazón dormido
camina mi alma en silencio y de puntillas,
como el sol que entra a hurtadillas,
concierto de violines me has traído.

Como el verso canta lo prohibido
y el rocío cae en mis mejillas,
en el cielo se encienden las estrellas
y la noche me trae su gemido.

Como la luna que baja afanada
para cantarle a mi alma desierta,
versos de luna, de noche estrellada,
como el ladrón que asecha la puerta
para robar esa prenda codiciada;
llegaste a revivir mi alma yerta.

Ligia Calderón Romero

(1993)

ERES

Eres
Molécula divina
que apacigua
entre euforias
mi frenesí.
Eres
venus encendido
que embebes
a mis venas
lava de amor.
Eres
ósculo subrepticio,
húmedo labio
caricia de amor.
Eres
ángel prohibido
que sublevas y mitigas
toda mi pasión.
Eres
taciturna alborada
de manos cadenciosas
que rozan con sus dedos
colosales volcanes en erupción,
y te deslizas por valles
y vastos montes
y ríos de pasión,
llegando a la estación
donde el viaje se detiene
y aflora una rosa
que habita y deshoja
tu capullo
sediento de amor

Por Ligia Calderón Romero
1 de octubre, 2007

Recuerdos de mi alma

Campos de ensueños y huertos floridos,
recuerdos que traen infancias lejanas,
ternura de besos de bellas mañanas,
tardes soleadas y amores perdidos.

Cielos y atardeceres coloridos
acallaban mi voz en las penas,
manantiales fluyendo por las venas
amores que quedaron adormecidos.

Flores marchitas y secas por el viento
deseos saciados en fríos inviernos,
mariposa celosa de belfos tiernos,
trino de alondras en el alma siento.

Por Ligia Calderón Romero
(julio del 2001)
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

AMOR DIVINO

Quiero entrar en tu silencio
y probar el cáliz de tu amor.
Disfrutar tu dulce sonrisa
y mirarme en tus ojos, Señor.

Pasar el día en tu presencia
y ofrecerte mucho amor.
Sonreír cuando el día termine
y caer rendida a tus pies.

¡Oh señor! Mi Dios Bendito
sé siempre mi inspiración,
y muéstrame el camino
que sólo Tú sabes mostrar.

Envíame Tu Luz Divina
y ablanda mi corazón,
no permitas que este mundo
me corrompa sin razón.

Pon estrellas en mis ojos
pues Luz siempre quiero tener.
Brilla más fuerte en mi alma
y haz que de tí no me aparte Señor.

Llena de versos divinos
mi vida y mi corazón.
Llena mi copa y mi alma
de tu Divina Bondad.

Llévame por los jardines
de la Paz y del Amor,
y ponme alas divinas
en mi último aliento, Señor.

Por Ligia Calderón Romero

03-01-96

Amor

Amor, nomenclatura de una diosa
cual verso que te robas de una estrella,
como diamante dado a tu doncella
como lágrimas pulcras en la rosa

Se ensalza la palabra que acuciosa
destila tierna la mirada bella,
bosque, sosiego delirante, sella
su péndulo de arena, que reposa.

Crispada, deja de tu labio ahora,
Pasión en ósculos, sagrados trazos,
bordadas huellas en la tierna aurora.

Deliro por estar vida en tus brazos,
besarte bajo el muérdago que añora,
robarle a tus locuras sus ojazos.

Ligia Calderón Romero

6 de octubre, 2007

INTERROGANTE

Cuántas estrellas en el cielo
Se han mirado en tus ojos?
cuántos ojos se han dormido
sin que nadie se mire en ellos?

Cuántas noches de desvelo
se han perdido en los deseos?
Cuántos recuerdos han quedado
cuando alzamos el vuelo?

Cuántas horas de silencio
quedan en los recuerdos?
Cuántos corazones han soñado
aún en campos desiertos?

Cuánta nostalgia en el destello
de una estrella en cielo?
Cuántos labios se han sellado
sin probar su primer beso?

Ligia Calderón Romero

13-11-02

Racimos de besos

Emerge entre las sombras
la voz callada de tu alma,
que brota como verso en calma
susurrando caricias de ternuras
deshojadas en la mañana;
como suave pincelada
que ofrece con sutileza
del poeta su tierna mirada;
que se pierde en el viento
como suave cascada,
de dulces manantiales
escondidos en la montaña,
tras las rocas adornadas
con arbustos y flores
de exquisitos aromas,
inalados por ruiseñores
que se mecen en el viento;
que arranca los lamentos
como gemidos perdidos
entre soles ardientes,
de destellos luminosos
como racimos de besos
acallados en mis labios.

Por Ligia Calderón Romero

SETIEMBRE 2007

domingo, 6 de enero de 2008

Idilio

Entre tanto que danzan las flores sin aliento,
un girasol en oro con ojos diminutos
seduce con ternuras, tus horas y minutos,
al son de un rítmico vals traído por el viento.

Cada segundo tuyo que dejas en mis sienes,
colma de dulces besos y aromas seductoras
con cálidas caricias en notas muy sonoras,
mis auroras dormidas que guardas en tus bienes.

Me abriga tu pasión como fuego lucífero
y versos con tus labios dibujas en mi piel,
arrulladores besos de tu labio de miel
resbalan silenciosos cual destello aurífero.

Te deslizas cual agua que calma da a mi sed
hasta llegar al punto donde duerme el amor,
enlazas mi cintura, deshojas una flor
y el fruto del amor tendrás a tu merced.


Ligia caldeón Romero
Noviembre, 2007