Galopan las estrellas sus destellos
en tus ojos floridos de invierno.
Bellos astros de radiante lumbre
que delinean mi silueta entre las nubes,
de sus pensamientos peregrinos,
sin lienzos, anilinas ni pinceles.
Magnolias son tus manos en el tiempo,
tus labios avellanas, dulces cual la caña
que asoma presuroso verolís por la ventana
y se mece entre la brisa de tu alma.
Yo desarmo tus caricias mañaneras
con el bálsamo del verso que me robas
cuando abres las persianas de tus ojos
y elevas tus suspiros hasta el cielo.
Divagan emociones suspendidas:
en el eco de la aurora con sus rosas
y su rocío como lágrimas de diosas
que adornan el olimpo lujurioso
y en los hilos del sol que a todas horas
se columpia silencioso entre las flores
del pródigo jardín de tus amores.
Ligia Calderón Romero
© DERECHOS RESERVADOS
24 de abril, 2008
verolís.
1. m. C. Rica. Flor de la caña de azúcar.
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sábado, 26 de abril de 2008
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