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UN ESPEJO DE SEDUCCIONES PARA EL ALMA Y POR EL ALMA!



miércoles, 26 de noviembre de 2014

La mente

Respondes si te llaman, misterioso,
fenómeno emergente y te apareces
cual hada de los sueños y te meces
al ritmo acelerado o cadencioso
que fluye por las venas del fulano
que de tu mano
sin condiciones
sus emociones
como equipaje
lleva en el viaje
que en breve lo remonta por los aires
y logra que disfrute sus donaires.

Ligia Calderón Romero
© Heredia, Costa Rica
23 de setiembre, 2014

Ausencia

Ausencia

Pronuncias, corazón, con voz menguada

los pulsos de tu pecho
y casi sollozante te responde
el eco de su risa silenciosa
en la almohada.

Y los abriles van y vienen
como fantasmas de metal;
desde que no maúllan los felinos
arriba del tejado
hasta mi sombra
se pierde entre las sábanas
y el mar ha suspendido
su canto matinal.

¡Ay de mí! Si las olas no regresan
a cobijar con sus encajes
las huérfanas arenas
que otrora cobijaron.

septiembre 18, 2014
©Ligia Calderón Romero
Heredia, Costa rica

El mar

Al mar

En la explanada inquieta de tus aguas
vierte el sol sus libélulas en oro,
tu vaivén vocaliza un vals sonoro
cuando cimbra el azur de tus enaguas.
Se recuestan, molusco en tus arenas,
blancas cayenas
que nos deslumbran
cuando se encumbran
sobre las olas
como corolas
los rizados penachos de tu espuma
que en breve se confunden con la bruma.




27 de agosto,2014
 
Romance en Puerto Viejo

 
 
Allí sutil la mar revolotea
su falda azul verdosa con encajes
y en esa danza plácida golpea
la luz del sol sus frescos oleajes.
Paisajes
con visos
de azur, precisos,
imitan los celajes
que nacen desde el cielo de tus ojos
y llegan hasta el ónix de mi sombra;
entonces, brotan dalias en manojos
y entona el mar su canto que te nombra.


Ligia Calderón Romero
Puerto Viejo, limón
20 de enero, 2014

Homenaje póstumo

A Raúl Rouco

Nos duele tu partida
y sin embargo,

el premio de tu paso, nos queda,
Raúl amigo:
Tus versos, tu amistad y todos los recuerdos
y el cofre que resguarda los brotes de tu cálamo...

Al pie de tus latidos danzaron las libélulas
y el alba cosechó carmines amapolas;
crecieron al ocaso nenúfares y nardos
y trajo la penumbra perfume de azahares
y luego trajo el viento las dalias de tu pluma
que en breve nos cantó sus glorias y sus penas.

¡Qué breve me parece que es la vida!
Pero pasaste tú y quedó tu gran huella
octubre 11, 2014