Emerge entre las sombras
la voz callada de tu alma,
que brota como verso en calma
susurrando caricias de ternuras
deshojadas en la mañana;
como suave pincelada
que ofrece con sutileza
del poeta su tierna mirada;
que se pierde en el viento
como suave cascada,
de dulces manantiales
escondidos en la montaña,
tras las rocas adornadas
con arbustos y flores
de exquisitos aromas,
inalados por ruiseñores
que se mecen en el viento;
que arranca los lamentos
como gemidos perdidos
entre soles ardientes,
de destellos luminosos
como racimos de besos
acallados en mis labios.
Por Ligia Calderón Romero
SETIEMBRE 2007
jueves, 10 de enero de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario