Sos engreído y perverso
cuando enciendes mis deseos
y desatas holocaustos
en mis venas, sin remedio.
Ahora vas a negar:
que te intrigan mis secretos
y te mata la impaciencia
cuando presientes mis labios
acercase por tu cuello.
Sos cariñoso y sensible
por demás adulador,
mi sol, de largos inviernos,
insómnicos junto al fuego.
Ligia Calderón Romero
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Costa Rica, 29 de mayo, 2009
martes, 25 de agosto de 2009
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