Se levanta muy temprano
y somnoliento el ciempiés;
lo despierta el gallo al alba...
Sus zapatos al revés.
Mamá le dice: acomoda
tus zapatos y después
haces lazos bien hechitos,
y no olvides ser cortés.
Mira al cielo muy gruñón;
apenas, termina el ciempiés
hoy no ha salido a jugar;
ya se ha marchado el marqués,
Luna, lunita sonriente
con ojitos de quinqués
zapatitos sin cordones
necesitan los ciempiés.
Ligia Calderón Romero
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Costa Rica, 13 de agosto, 2009
jueves, 27 de agosto de 2009
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1 comentario:
muy dulce relato, me encanto. un beso amigo
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