lunes, 6 de diciembre de 2010
Metáfora sin tregua
Tu voz, quietud en cántaros,
eco blanco de mis silencios;
ulular del mar cómplice del aura.
Tu mirar es la rima de la noche,
la métrica del segundero
y una metáfora sin tregua.
Tus manos, las que escriben versos
cuando vuelan los pájaros de otoño
a la espera de nuevas primaveras.
Tu boca, el vaso rebosante
de vinos añejados;
de la uva, su mejor cosecha.
Tu voz, eco de mis silencios
y tu mirar, noctámbulas luciérnagas;
tus manos, mariposas cándidas;
tu boca, el vaso que la sed abreva.
Ligia Calderón Romero
Heredia, Costa Rica
10 de noviembre, 2010
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