micro relato
Hoy los ecos son mudos, repican sórdidas las campanas que no alcanzan el próximo segundo y ya ni el segundero me cruza la palabra
¿Será que hasta las horas expiran en nuestros labios, o más bien vamos expirando en cada hora?
Ligia Calderón romero
Heredia, Costa Rica
Letras online
11 de marzo, 2012
domingo, 11 de marzo de 2012
viernes, 9 de marzo de 2012
domingo, 4 de marzo de 2012
¡Qué sobriedad!
Qué sobriedad!
El silencio atrapa la noche
y en un instante
hace estallar las sombras.
Los átomos expiran
y el reloj —caníbal hambriento—
con el metálico colmillo
su yugular se corta.
El silencio atrapa la noche
y en un instante
hace estallar las sombras.
Los átomos expiran
y el reloj —caníbal hambriento—
con el metálico colmillo
su yugular se corta.
Ligia Calderón Romero
©Heredia, Costa Rica
©Heredia, Costa Rica
4 de marzo, 2012
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